El académico del MBA, Sergio López Bohle, Doctor en Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, publicó un capítulo de libro titulado “Los despidos masivos y el rendimiento laboral: una investigación sobre el rol del contrato psicológico y de las políticas comunicacionales en las organizaciones” en el libro “Estrategia de Comunicación, Género, Persuasión y Redes Sociales” de la Editorial Gedisa; investigación que realizó en compañía de Felipe Muñoz, Doctor en Administración de Negocios de la Universidad de Chile y académico de la Facultad Tecnológica de la USACH y Hugo Zúñiga, MBA de la USACH.
El objetivo del capítulo consistió en conocer el impacto de los despidos masivos en los trabajadores sobrevivientes a los procesos de reestructuración organizacional. En ese contexto, la pregunta central de esta investigación fue: ¿Pueden las organizaciones proporcionar a los empleados los medios para amortiguar los efectos negativos de los despidos masivos en las conductas de los empleados? Esta pregunta se hizo con el propósito también de indagar la relación entre el desempeño en los empleados y los despidos masivos a través del tiempo, además de estudiar si para los trabajadores sobrevivientes los despidos masivos significan un incumplimiento contractual, al tener la creencia de que la seguridad laboral constituye un aspecto importante del contrato psicológico. Otras relaciones estudiadas fueron el rol de las políticas comunicacionales en el quiebre del contrato psicológico, el desempeño de los empleados y el comportamiento del desempeño extra-rol.
El Dr. López Bohle explicó que, “la investigación fue realizada entre 1500 trabajadores de cuatro organizaciones del sector retail y dos empresas agroindustriales que habían experimentado despidos masivos y se encontraban en sectores de alta competitividad”.
El estudio contribuyó a través de la teoría del contrato psicológico a entender el proceso de cómo los despidos masivos tienen un impacto en los resultados laborales de los trabajadores. En este sentido, se pudo descubrir que existió un proceso secuencial que comenzó cuando las organizaciones iniciaron los despidos y los empleados se vieron afectados emocional y cognitivamente, al sentirse más inseguros sobre sus puestos de trabajo, y al darse cuenta de que sus actuales empleos podían estar en peligro. A raíz de estos sentimientos de inseguridad, los trabajadores percibieron una ruptura de su contrato psicológico, y respondieron a ello disminuyendo sus esfuerzos en el trabajo. Por lo tanto, las acciones emprendidas por las organizaciones, como los despidos masivos, fueron el inicio de un intercambio social, que hizo que los empleados respondieran con una disminución de la cantidad y calidad de su desempeño. Un aspecto complementario fue que cuando más recientes ocurrieron los despidos masivos, las personas percibieron una mayor ruptura de su contrato psicológico y tuvieron reacciones más adversas debido a la creciente inseguridad laboral.
Finalmente, esta investigación abordó las formas en que las organizaciones pueden aliviar los efectos negativos de los despidos masivos en los empleados sobrevivientes. En particular, se obtuvo que las políticas comunicacionales moderaron las relaciones entre el incumplimiento del contrato psicológico y el rendimiento laboral y las conductas de desempeño extra-rol, con relaciones negativas más fuertes para las políticas comunicacionales que fueron percibidas como menos justas, transparentes y menos oportunas. En cambio, cuando las políticas comunicacionales fueron evaluadas favorablemente, no hubo una relación entre la brecha del contrato psicológico y las conductas de rendimiento laboral, atenuando las reacciones adversas que se generan en los ambientes laborales post-despidos. En particular, la comunicación es un recurso que permite enfrentar de mejor manera las experiencias estresantes, ya sea en términos de disminuir la exposición a factores que generan incertidumbre o bien minimizando el nivel de inseguridad laboral.
Fuente: Vinculación con el Medio MBA USACH.